viernes, 2 de noviembre de 2007

La defensa en el padel....







La defensa en el padel.
Una de las cuestiones que más me gusta del padel es que debemos realizar varias tareas, algunas de ellas muy diferentes, para poder ser un jugador total o un jugador completo.
En el fútbol o en el baloncesto, por dar algunos ejemplos, los jugadores se dividen sus tareas. Algunos defienden, otros atacan, unos organizan, otros son goleadores natos, algunos producen jugadas para que otros las terminen. En el padel, esa labor es compartida, con un alto porcentaje de paridad. Todos debemos “saber” defender y “saber” atacar. Aún así, está claro que la propia mentalidad de cada jugador, nos llevará a dominar una de las facetas mejor que la otra. Al menos, disfrutaremos más en alguna de ellas.
Dentro del propio circuito profesional, encontramos estas diferencias. Todos trabajan para solucionar su falta de defensa o de ataque.
Pongo el ejemplo, de quizás, las 2 mejores parejas de la historia del padel. Lasaigues-Gattiker en los años 90, y la actual, Díaz-Belasteguin. Ambas duplas tenían la misma conformación: un gran atacante (Gattiker por un lado y Díaz por el otro) y un excelentísimo defensor (Lasaigues en los 90 y Belasteguin actualmente). Incluso, jugaban de la misma forma, uno arriba y uno abajo (uno en la red y uno en el fondo). Si nos dejamos llevar por los resultados será muy difícil que alguien alcance a Roby Gattiker con los 11 campeonatos del mundo que posee. Sin embargo, siempre se mencionó a Alejandro Lasaigues, al que se le apodaba el Marciano (hace falta aclarar por qué???) como el mejor jugador del mundo. Es el mismísimo Juan Martín Díaz, que tomó la posta de Alejandro Lasaigues, quien ubica a Fernando Belasteguin, como el mejor de la pareja, aclarando que sin el trabajo de su compañero, su juego no brillaría.
Toda esta aclaración viene a colación de que es muy difícil mantener en el padel un alto porcentaje de efectividad en ataque.
Podría decir que, ataca el que sabe o el que tiene condiciones naturales, y defiende, simplemente, el que se lo propone.
Un buen porcentaje de jugadores de padel, provienen del tenis. Jugadores éstos, acostumbrados a jugar a una gran velocidad y a tomar una gran cantidad de riesgos. Poseen un gran manejo del timming de la bola y normalmente, una excelente técnica de golpes de fondo (sin paredes), voleas y smash.
Un buen jugador de padel-padel domina a la perfección las paredes, los globos, volea bien y con gran dominio del lugar donde la bola duele a los rivales, posee un smash no tan definitivo en potencia pero si en crear situaciones de doble pared, reja, pico, etc.
Contrariamente, a lo que muchos jugadores piensan, la defensa nace en la mente, no en la técnica de los golpes aplicados. Más táctica, más estrategia, más garra (mucha garra). El jugador defensivo no es muy valorado por la platea y por ello muchos jugadores no se vuelcan hacia este tipo de juego. La gente prefiere hablar de que “la sacó por 3”, “se la trajo a su campo”, “hizo una dormilona”, “sacó la pelota por la puerta”, “tiró una trepadora”, etc…
Son pocos los que valoran un buen globo, una bajada a los pies, un gran resto de globo cruzado, un intercambio de posiciones en la búsqueda y defensa de esa pelota que nuestros rivales están intentando ganar, etc.
Y está claro el porqué, todos quieren atacar. Escuché a mucha gente, al terminar su partido, comentar como había hecho una genialidad ofensiva (como las descriptas anteriormente) y al preguntarle por el resultado respondieron: perdimos 6/1 y 6/2… él seguía soñando con esa jugada mientras quedaba eliminado.
Volviendo a los números 1 actuales, ellos han sabido reciclarse, son humildes, mejoran en lo que son buenos y trabajan en lo que les falta.
Juan Martín Díaz posee unos reflejos que rayan lo increíble. Así juega desde que lo vi, por primera vez, 14/15 años atrás. Y ahora le sumó una defensa muy buena, diferente a las demás, porque aguanta pocas bolas antes de tirar algún golpe de esos que le gustan a él y se terminó la historia, Juan Martín da la sensación se ser único, increíblemente único.
Fernando Belasteguin, defendía como nadie y lo sigue haciendo, pero le sumó una capacidad ofensiva que antes no tenía. Mantiene, e incluso, aumentó, sus ganas de ganar, su garra en cada punto. Es uno de los pocos jugadores que grita y festeja los puntos a pesar que el partido ya esté casi resuelto. No lo hace por soberbia, sino por hacer sentir a todo el mundo que están jugando contra la mejor pareja de la historia, o una de las 2.
Una de las formas de mejorar la defensa, además de mejorar todos los golpes técnicamente, crecer táctica y estratégicamente, aumentar la capacidad de sufrimiento y obtener un plus de garra, es pensar que siempre queremos hacerle jugar a nuestros rivales “una pelota más” para que nos ganen el punto. Esto pone muy nervioso a cualquier rival porque empiezan a pensar que para ganarnos un punto “deben sudar un poco más” y que “deben ajustar más sus tiros”, o que tienen que “pegarle más fuerte a la bola”, o “darle más efecto”. Si logramos esto, tenemos una gran parte del trabajo realizado. Justo acá queríamos tenerlos. Cuando empiecen a “ajustar sus tiros”, “pegarle más fuerte” o cualquier otra situación que no sea la normal… ellos estarán jugando por encima de sus posibilidades y esto, en la mayoría de los casos, es inviable. Comenzarán a fallar, casi con seguridad.
Dónde comienza la defensa??? La defensa comienza en mis propios golpes, yo soy el primero y el que mejor sabe hacia dónde dirigí la bola, si la dejaré corta después de un globo, si se la pude bajar al rival o se la dejé servida para que me mate con la volea, etc. Por lo tanto, desde ese mismo instante tengo que abrir muy bien todos mis sentidos en función de intentar anticiparme al golpe del rival, o al menos, estar lo más atento que pueda e ir hacia esa bola. A partir de mi golpe, cualquier ayuda será bienvenida.
Cómo puedo “descubrir” hacia dónde viene el ataque de mi rival?? Los gestos de la cara, la posición de su brazo con la pala, las costumbres de nuestros rivales a jugar sus golpes favoritos (conocido en el ambiente deportivo como “scouting”, que debemos archivar en nuestra memoria como en un ordenador), el ruido producido por el golpe de la pala a la bola (cuánto más fuerte el sonido, más rápida vendrá la bola. Aunque pocos se han fijado en esta situación, muchos la conocen. De hecho, cuando aparece una pala nueva en el mercado, como las Dabber o la bitubox de Padel Coach, nos resulta extraño “ver” hacia donde va la bola. Hace muchos años, ocurrió lo mismo cuando comenzaron a aparecer las primeras palas de goma, que tenían un sonido muy diferente de las palas de madera que se usaban en aquella época) todo ello nos lleva a tener cierta “tendencia” de cada jugador.
Es muy bonito y gratificante, jugar y ganar, “haciendo cosas de profesionales”. La defensa también es cosa “de profesionales”, aunque sea el lado del padel que pocas veces miramos.
Un saludo.
Nico.

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